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La suma de varios esfuerzos y creatividad involucrada de todo un equipo de trabajo dio como resultado un álbum conformado por 8 canciones. Con este proyecto, la banda buscó darle un giro inesperado a la pandemia, la cual ha afectado en gran manera a millones de personas. 

El talentoso grupo fue inspirado y retado a realizar diferentes canciones con el objetivo principal de traer esperanza. «Nos encanta cómo el concepto del álbum trata de levantar, animar y recordar las promesas de Dios. Queremos darles a todos un regalo de alegría», comparte Ale Berríos.

Con mucha libertad creativa, la banda salió de su zona de confort y revivieron sus influencias de la adolescencia. Eso les permitió que, más allá de enfocarse en una fórmula musical específica o familiar, todo sonara diferente para cada uno de los integrantes, y que fuera algo que disfrutaran al escucharlo. Para ellos, esto se dio de una forma natural y poco a poco fue tomando forma, mostrando, finalmente, una estrecha y espontánea relación entre cada una de los temas, lírica y musicalmente. 

«Sabemos que debe ser un hábito, una disciplina y una responsabilidad muy grande el escribir canciones que lleguen al corazón de Dios y también al de las personas. Por lo que, inicialmente, este álbum fue y ha sido una respuesta para nosotros mismos. Estábamos encerrados y la música no tenía que parar. Necesitábamos alegría», expresa Israel Risco sobre cómo comenzó la idea del proyecto.

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